ORACIÓN AL ANIMA DE PICA-PICA, JOSÉ ZAMBRANO

 

Gloriosísima Anima de Pica-Pica,

ángel supremo entre ángeles creados por Dios,

fuiste asesinado en la noble mula

que aguardaba tu regreso y que por ella,

fuiste sepultado como bien merecías

y desde entonces fuiste ánima del bien o mal,

procede rápido en cuanto te pido

sea de bien o de mal como lo profesas.
 

A ti con toda fe te pido

lo que deseo por el poder tuyo

y del ángel mas rebelde del espacio.

 

(Hacer la petición)

Yo a ti con toda fe ofrezco

esta vela roja con el fin

de que puedas llegar sin ningún tropiezo

a la divinidad de tu alma

por todo lo que te mereces

en esta angustiosa gruta de amargo dolor.

 

Amén.

HISTORIA DEL ANIMA DEL PICAPICA

Cuentan vecinos aledaños, así como la familia LEDEZMA. quienes vivían en Agua Blanca a orillas del Río Manapire, que hace muchísimos años un arriero de nombre DON JUANCHO DEL NOGAL, quien resultó ser comerciante y Maestro Federal, transitaba por el lugar denominado MONTE AZUL, conocido también como LOS PICAPICOTES, en busca de una de sus bestias de carga que se le había extraviado con un cargamento de mercancía destinada a la Capital, cuando sorpresivamente encontró debajo de una mata de picapica un ser humano sin vida con los brazos extendidos hacia el cielo y su mirada perdida en su azul inmenso, lo que supone que aquella persona agobiada por el cansancio, la sed y el hambre, venía herida, huyendo de LA BATALLA DE JACOME por las orillas de la abrupta montaña del Río Manapire, se dice y se comprobó mas tarde que era uno de esos soldados, por cuanto en aquel lugar donde este cayó exánime, se encontraron muestras en destrozos de una ropa militar.

En ese preciso instante el arriero que transitaba por ese lugar, le prometió al infortunado que le daría solemne y cristiana sepultura siempre y cuando encontrase antes del amanecer la bestia de carga extraviada; y este prosiguió con la búsqueda y dio con el animal sano, salvo y con toda la mercancía, pero el arriero quizás por la emoción, no se regresó a cumplir con su promesa y prosiguió su viaje a Caracas para entregar la mercancía.

Cuando este regresa a Valle de La Pascua se enfermó gravemente y desde su lecho de enfermo llamó a sus hijos y les pidió que fueran a pagar una promesa que el le había hecho a una persona sin vida que se encontraba en Los Picapicotes, los hijos muy obedientes se llegaron al lugar y procedieron a darle cristiana sepultura al difunto, enterrándolo debajo de una mata de picapica y como señal, lo rodearon de piedras y a la altura de la cabeza le colocaron una cruz de Palo Santo.

Este fue el primer milagro que hizo esta ánima bendita.